Hace unos días nos llegó la noticia de que estábamos invitados a trabajar como misioneros en la ciudad de Asunción, Paraguay. Fueron días muy movidos los que siguieron a la noticia: viajes, reuniones, caras nuevas, ansiedad, alegría, entusiasmo, preparativos de navidad a la distancia...
Si todo sale bien, a partir de febrero estaremos en nuestro nuevo lugar dispuestos a seguir siriviendo a Dios y a nuestro prójimo.
Los desafíos son muchos, pero más grande es Dios quien prometió que si nos encomendamos a él con confianza, Él hará las cosas por nosotros. Ahora a vender nuestras cosas, visitar las familias y salir al campo misionero.
Si todo sale bien, a partir de febrero estaremos en nuestro nuevo lugar dispuestos a seguir siriviendo a Dios y a nuestro prójimo.
Los desafíos son muchos, pero más grande es Dios quien prometió que si nos encomendamos a él con confianza, Él hará las cosas por nosotros. Ahora a vender nuestras cosas, visitar las familias y salir al campo misionero.