Así somos...

El lunes tuve la ¿suerte? de tener que viajar a Buenos Aires y volver en el mismo día. Como si eso no fuera suficiente martirio mental, me tocó ir en la camioneta de la Facultad, que es como una heladera con ruedas arriba de un inflable de esos que usan los nenes en los cumpleaños. ¡Comodísima!
Sin embargo lo que quiero comentarles hoy tiene que ver con algo que escuché mientras viajaba. No soy de escuchar mucha radio en general, y AM en particular. Pero como el vehículo en cuestión no tiene ni pasacassete, no quedó otra que sintonizar algo potable.
Entre toda la programación, me llamaron la atención las publicidades radiales. Son algo así como: "Papel higiénico pumazo, el que te limpia de un zarpazo" tqrqteretqggtqtrqgedsjdnbciaueiuehquqygtqqtqtqyqstck. Es decir, una primera parte más o menos entendible a velocidad normal, y otra parte que va más rápida que un monólogo de Enrique Pinti "efedrinado". ¿Qué sentido tiene hacer algo así? la respuesta es simple: cumplir con la ley.
Y lo que vine pensando en el viaje es justamente eso. Si la ley redactada intenta hacer más transparente el sorteo, o la promoción, o lo que fuera, la radio cumple con la ley diciendo lo que la ley exige, pero a una velocidad que confunde más de lo que aclara. Lo mismo pasa con las publicidades de la tele o las gráficas de bebidas alcohólicas o cigarrillos.
Guardamos al norma, pero no el espíritu de la misma. Estamos acá, pero vamos más allá. Ganamos al Davis antes de jugarla, pero ahora la tiene España. En fin, los argentinos somos así... tomalo o dejalo.