No. Este post no tiene nada que ver con la casi eterna disputa entre el gobierno y el campo.
Tiene que ver con algo que me produjo una satisfacción enorme, de esas que solo los que son papás pueden entender (sin desmerecer al resto ¡¿eh?!)
El domingo pasado estaba en la cocina cuando veo que en frente de casa pasa un carro tirado por niños. Miro bien, y me doy cuenta que ¡ahí están mis hijas!
Tiene que ver con algo que me produjo una satisfacción enorme, de esas que solo los que son papás pueden entender (sin desmerecer al resto ¡¿eh?!)
El domingo pasado estaba en la cocina cuando veo que en frente de casa pasa un carro tirado por niños. Miro bien, y me doy cuenta que ¡ahí están mis hijas!
Me encantó verlos cómo discutían cuál sería la mejor forma de llevar adelante la empresa, por dónde había que ir y algunas otras cosas más. Eran todos para uno (o una, literalmente hablando)...
De repente se pusieron de acuerdo y siguieron viaje...Y me gustó mucho esto que viví. Me hizo a acordar a ciertas travesuras de la infancia, a los juegos con los amigos del barrio, a cuando un carro común y silvestre puede ser el carruaje de una reina, o cuando por un rato éramos lo que la imaginación nos permitía. Fue lindo recordar mi infancia, y ver que mis hijas pueden vivirla de una forma similar.
De paso, cuando volvieron de su travesía, les saqué la foto posando:
3 comentarios:
Re lindas las fotos!!! Ahí también me puse a recordar cuando era chica y jugába en el barrio, jijij Como pasa el tiempo! Saludos a la flia!
Es cierto que los que somos padres leemos esto desde otro punto y creo que nos emociona más.
Me encantaron las fotos.
Ay... es una ternura...y si la verdad que ya quisiera que mi hija pudiera disfrutar tb de esos juegos, tan simples pero con un significado profundo. Son dos bellezas tus nenas! bendiciones
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